Historia de la mandarina
La mandarina es el fruto de las diferentes especies de cítricos llamados comúnmente mandarino, entre ellas Citrus reticulata, Citrus deliciosa,Citrus unshiu, Citrus reshni, así como sus híbridos, incluyendo Citrus tangerina, cuya taxonomía está discutida. Pertenece al grupo de frutos llamados hesperidios y su pulpa está formada por un considerable número de gajos llenos de jugo; el cual contiene mucha vitamina C, flavonoides y aceites esenciales. Es el cítrico más parecido a la naranja, aunque de menor tamaño, sabor más aromático y con mayor facilidad para quitar su piel en la mayoría de las variedades. Por eso se considera una de las frutas más apreciadas.
La mandarina son de la familia de las Rutáceas, del género de los Citrus y del subgénero aurantioideas. Las mandarinas son los cítricos más consumidos en el mundo entero. Se están cultivando en climas tropicales y subtropicales, puesto que no toleran las bajas temperaturas.
Proviene de las zonas tropicales de Asia. Se cree que su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los Mandarines, gobernantes de la antigua China. Se puede afirmar que es una fruta originaria de China e Indochina. Su cultivo se introdujo en Europa en el siglo XIX. En la Comunidad Valenciana se produce el 90% de la mandarina de España.
Interesante la etimología del nombre. En el 1828, cuando el fruto hizo su aparición en el Mar Mediterráneo, se llamó lo mandarina a causa de su origen que se supuso china. Todos supieron que en China las máximas autoridades fueron precisamente los “mandarinos”, por tanto pareció justo dar igualmente el mismo nombre a estos nuevos frutos aristócratas e igualmente. pálidos en comparación de las naranjas sus hermanas. El apelativo gracioso e irreverente no tardó a convertirse en la denominación oficial.